Riviera Maya: vacacionando con nuestras visitas!


Blog México parte 32

Y por fin llegó el día en el que llegaron nuestras visitas de Argentina: Marysol y Marcelo. Los pasamos a buscar por el aeropuerto de Cancún a las 2 de la mañana (que geniales amigos que somos!). Como buenos anfitriones, teníamos una semana para complacerlos y acompañarlos a los mil y un lugares a los que querían ir. Por lo que luego de un día tranquilo en la playa, manejamos otra vez hacia el norte para tomar el ferry a HolBox, destino que se estuvo poniendo de moda en los últimos tiempos. Sin embargo, esta isla no nos volvió locos,  un poco por su falta de caribe  y además por no ser temporada de tiburón ballena ni del plancton que logra su famosa luminiscencia.

Mirador a metros de nuestro Camper. Los mega hoteles al lado nuestro

Al día siguiente visitamos las famosas ruinas de Chichen-Itzá, en donde disfrutamos de las impresionantes construcciones mayas acompañadas de la visita guiada. Siendo una de las siete maravillas de la humanidad y en vacaciones de fin de año, era imposible esquivar a la multitud. Esa misma tarde fuimos al cenote de la hacienda “San Lorenzo de Oxmal”, donde nos divertimos mucho lanzándonos al agua cristalina balanceándonos con una soga que colgaba. Esta hacienda real cuenta con una piscina con restaurant aunque consumir ahí no es muy recomendable por su lento servicio, al menos en temporada alta.

Intentando la foto sin la multitud
En el campo del tradicional Juego de Pelota

Continuamos viaje hacia Tulum: créannos que visitar sus ruinas arqueológicas un día sábado 30 de diciembre no fue buena idea. Lo bueno es que están sobre la playa y en 10 minutos uno ya está alejado del gentío disfrutando del mar turquesa. Pasamos la noche en el estacionamiento del supermercado Chedraui, en donde estaban parando y haciendo temporada más de diez autos/combis/campers, la mayoría con matrícula argentina. Nos quedamos con ganas de socializar un poco más, por lo que sabíamos que volveríamos cuando nuestras visitas hayan partido.

Vista desde las Ruinas

Nos costó decidir donde pasar la noche de año nuevo. Finalmente terminamos escapándonos de la multitud e ir al camping Playa Escondida, en Mahahual, a tres horas de Tulum. Ahí nos recibieron nuestros amigos viajeros turcos, Hakan y Ayse, a los que tantas ganas teníamos de ver, y conocimos otro “truck camper” parecido al nuestro integrado por Ekain y Meli (pareja de viajeros con los que terminaríamos viajando por una semana) y a una pareja de canadienses con los que es imposible no reírse. La anfitriona mexicana nos hizo sentir como en casa. Compartimos una noche inolvidable, completamente internacional (argentinos, mexicanos, turcos, vasco, haitiana, canadienses), en la que todos aportamos algo de comida, y en la que no pudo faltar el baile para “bajar la comida”, que fue interrumpido por una imprevista y poco duradera lluvia torrencial, que nos hizo correr a cada uno de los presentes a su respectivo camper.

Arrancamos el año nadando con tortugas gigantes y rayas en la playa de Akumal, destino que es impresionante lo que creció en los últimos años. Y ya quedándoles poco tiempo a nuestros amigos, el mal tiempo no nos detuvo. Dejamos el Camper en el Walmart para tomarnos el ferry a Cozumel, isla completamente turística cuyas playas están privatizadas donde hay que pagar o consumir para poder disfrutarlas.

A la vuelta recorrimos el coqueto centro de Playa del Carmen, donde terminamos comiendo en una parrillada argentina con acento cordobe. Al día siguiente, llegó la despedida de los chicos. Mary y Marce: fue un placer tenerlos con nosotros por una semana, y que hayamos compartido un poco de lo que venimos viviendo desde hace un año, aunque Marce se gaste toda el agua del tanque!!!


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