Queretaros, el “grito” de la Independencia y bodega


Blog México parte 9

Después de tres semanas en la Ciudad de México, tras el eterno debate del “adónde vamos?”, decidimos desviarnos hacia el norte, con los objetivos de conocer esta recomendada zona selvática sobre las sierras y postergar nuestra ida al sur, zona amenazada por la furia de la naturaleza (terremotos).

En el camino a Sierra Gorda paramos por San Juan del Río para visitar a Julito, hijo de la mejor amiga de la mamá de Martín, con su tonada mitad argentina y mitad mexicana ya que vive en México desde los 90. Él y su esposa Diana, nos recibieron muy amablemente y nos invitaron a cenar a Tequis, pueblito mágico cercano.

Al día siguiente era 15 de Septiembre, día de la independencia mexicana, por lo que fuimos los cuatro a vivir la experiencia de “el grito” en la ciudad de Querétaro. Consiste en una gran fiesta popular en la que se concentran todas las clases sociales a comer y a tomar mientras se espera que en la plaza principal aparezca la autoridad municipal anunciando el grito de “¡Viva México!”, tres veces seguidas. De más está decir que previamente decoran todas las ciudades con los colores patrios. La fiesta continúa un par de horas más con bandas de música tocando al ritmo de la noche.

 

Al día siguiente arrancamos tarde, y después de unos tacos de barbacoa (cordero guisado dentro de hojas de maguey) fuimos a visitar la Bodega “La Redonda” en la que pasamos un par de horas disfrutando del paisaje de los viñedos acompañados con unas copas de vino. Nos despedimos de Julito y Diana y manejamos hasta Bernal, donde pasamos la noche.

Tras recorrer el pueblo, subimos a la peña de Bernal, tercer monolito más grande del mundo. La altura y el calor del medio día nos hicieron un poco denso el ascenso, desde el cual la vista no es muy maravillosa. Fuimos a almorzar con los primos de Luli de Puebla, que justo estaban en el pueblo pasando el fin de semana y de casualidad nuestros caminos se cruzaron.


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