Blog de México parte 2
Zacatecas, San Miguel de Allende, Guanajuato. Todos estos pueblos fueron de gran importancia en la historia mexicana. Fundados en la época de la colonia, crecieron a causa del importante desarrollo minero de la región, y fueron escenario de las luchas por la independencia en el siglo XIX y también de la revolución mexicana del siglo XX. Si bien Martín y Luli ya los habían visitado en un viaje anterior, tuvieron que hacer el “sacrificio” de regresar para que Estela los conociera. En México son llamados “Pueblos Mágicos”, y créannos que se entiende el motivo cuando uno recorre sus calles.
Nuestro primer destino: Zacatecas. Sabiendo que podíamos pasar la noche en el estacionamiento del mirador del cerro Bufa, dejamos el Camper ahí mismo para descender a pie el cerro hasta el centro histórico. La vista con la puesta del sol sobre el pueblo fue espectacular, cada una de sus calles es más linda que la anterior, y la iluminación nocturna es única dándole a Zacatecas un aspecto fantasmagórico; te sentís transportado en el tiempo.
Al día siguiente pasamos rápidamente por Dolores Hidalgo, cuna de la independencia de México, y llegamos a San Miguel de Allende donde logramos estacionar el Camper a siete cuadras del centro histórico.
Este pueblo de aspecto europeo reúne extranjeros y artistas de toda índole. La zona más bonita se halla localizada alrededor de la plaza principal, siendo la frutilla del postre la catedral, de extrema belleza. Recorrimos sus calles, templos y mercado hasta que, corridos por la lluvia, nos refugiamos en un restaurante donde comimos pozole, una especie de guiso de maíz, parecido al locro pero menos espeso y sin porotos (alubias blancas). No haciéndole caso a la sugerencia de Estela de tomar un taxi, regresamos al Camper corriendo bajo la lluvia… llegamos pasados por agua.
Increíblemente amaneció soleado e hicimos una corta visita a “la capilla sixtina mexicana”, una iglesia en Atotonilco a 20 minutos de San Miguel, que contiene espectaculares murales pintados por un hombre analfabeto que nunca recibió instrucción artística.
Continuamos hacia Guanajuato en donde nos instalamos en el mismo trailer park en el que estaba parando la pareja de Costa Rica que habíamos conocido en Zion: Alex y Vianney. Luego de almorzar en el mercado por 200 pesos (tostadas de ceviche, tacos de carnitas de cerdo y sopa de mariscos), caminamos la ciudad hasta que Estela se internó a recorrer la Alhondiga, una antigua construcción que se usó para almacenar trigo, luego como fuerte y finalmente es hoy un museo de historia mexicana. Como Martín y Luli ya habían estado allí, aprovecharon para juntarse a tomar un café con los costariquences y ponernos al día de nuestras aventuras. Ya reunidos con Estela, los cinco tomamos el teleférico al mirador del Pipila, bajamos el cerro pasando por el Callejón del Beso, tan estrecho que cuenta la leyenda que de un balcón a otro se besaban una joven pareja a escondidas de los padres. Terminamos tomando un colectivo que viajaba por los numerosos y emblemáticos túneles que caracterizan a esta ciudad.
A la mañana siguiente partimos rumbo a Guadalajara luego de visitar el Museo de las Momias de Guanajuato, la más grande exposición mundial de momias naturalmente conservadas.
Info para viajeros:
- En Zacatecas pasamos la noche en el cerro Bufa con custodia policial gratuita.
- En San Miguel de Allende, estacionamos en la calle a pocas cuadras de la catedral. Cerca de un parking abierto
- En Guanajuato, nos quedamos en Morril RV Park a 20 minutos caminando al centro.
- El museo de las momias está increíble!