Con la angustia del lente de la cámara roto, nos dirigimos al último destino antes de Yellowstone: Mount Rushmore, famosa montaña donde se encuentran tallados magníficamente los rostros de los presidentes: Washington, Jefferson, Lincoln y Roosevelt. Lo primero que visitamos fue el museo a pocos metros de la base. Se comienza la visita con un video editado en los 80 (créanme que se nota la antigüedad!), que te explica cómo fue la idea del proyecto y como se implementó. Se encuentran expuestos los elementos utilizados, herramientas, maquetas, y una muy clara línea de tiempo que incluye los períodos de los cuatro presidentes y por qué fueron elegidos. Luego recorrimos unas pasarelas que te acercan a los rostros, aunque no tanto como uno quisiera. Si bien Mount Rushmore consiste “simplemente” en cuatro caras talladas, uno sale de este lugar habiendo tomado conciencia de la complejidad del proyecto realizado: el escultor primero talló en escala menor los moldes y luego con la ayuda de dinamitas y taladros neumáticos se esculpió en la montaña. Se utilizó un sistema propio de medición. Para que tengan una idea de la magnitud del monumento, cada cabeza mide 18 metros de altura y cada nariz 6 metros de largo. Finalizamos el día manejando para adelantar kilómetros ya que al día siguiente nos esperaba alrededor de 8 horas de trayecto hasta llegar al ansiado parque de Yellowstone.