Las piramides del Sol y la Luna, a pasos de DF


Blog de México parte 6

En camino a la ciudad de México, no podía faltar la visita a las pirámides del Sol y de la Luna en la ciudad prehispánica de Teotihuacan.

Esta zona arqueológica se encuentra en las afueras de la metrópolis mexicana. Tiene al menos 4 ingresos y hay servicio de guía para lo que deseen (previo regateo).

Una vez que uno deja el vehículo en los amplios estacionamientos e ingresa a las ruinas, la energía cambia. El solo imaginarse estar en esta ciudad en los años 1400, es una experiencia inigualable. Ambas pirámides se pueden subir, obteniéndose vistas aéreas de diferentes ángulos. También se puede recorrer un palacio jerárquico, un mural de yaguar en bastante buen estado, y un centro de ofrenda estratégicamente ubicado.

El recorrido no lleva más de tres horas a ritmo tranquilo. Es una buena oportunidad para comprar artesanías a buen precio. Hay centenares de vendedores ofreciendo anillos, aros, estatuas aztecas, adornos con forma de animales y tejidos.

Siendo turista uno aprende sobre las civilizaciones. A diferencia de lo que pensábamos, esta ciudad no fue construida por los aztecas. En realidad, ellos encontraron la ciudad abandonada y la tomaron como propia, permaneciendo ahí hasta la llegada de los españoles. Según la leyenda, ellos deberían ubicarse donde vieran un águila comiéndose una serpiente, hoy símbolos patrios. Es por eso qué se ubicaron en lo que en la actualidad la ciudad de México. ¿Habrá sido en el zócalo (plaza principal) donde el águila se hizo un banquete?

Justo cuando estábamos terminando el recorrido, se largó una tormenta tropical impresionante. Nos vino muy bien, ya que se venía nuestro ingreso a la Ciudad de México y sus temibles policías corruptos. No esperábamos que nos detengan con esta tormenta!


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