El Salvador: Cascadas termales, Crater Santa Ana y pupusas


Blog de El Salvador

Cruzamos la frontera Guatemala-El Salvador con nuestros amigos de Eslovaquia en la que ni los mismos salvadoreños se ponían de acuerdo sobre que papeles necesitábamos, pues algunos afirmaban que nos faltaba un sello y otros decían que ya podíamos cruzar. Finalmente, manejamos hacia nuestro primer destino: las Cascadas “El Salto” de Malacatiupan. La simple reacción de la gente ante nuestra presencia (miradas de completa sorpresa pero sin ningún tipo de saludo ni sonrisa) nos hizo caer en cuenta que ya no estábamos en Guatemala. Llegamos a las cascadas un rato antes del atardecer para disfrutar en lo que quedaba del día, de las piscinas de agua cálida que se forman. Y a la mañana siguiente, descubrimos que se podía saltar a una poza más grande, entreteniéndonos por largo rato. La temperatura del agua era tan agradable que cargamos unos bidones para luego ducharnos con esa agua sin tener que calentarla. Comimos nuestras primeras pupusas, comida típica salvadoreña, que resultaron ser las mejores de nuestra corta visita a este país.

Pasándola bien en jacuzzi natural y termal
Nada mal para primer dia en El Salvador, no?

Manejamos la famosa ruta de las flores pasando por el pueblo de Juayúa en el que los domingos las amas de casa cocinan y venden su comida en la plaza. Pero como caímos justo un domingo de elecciones legislativas, solo había un puesto de carne a la parrilla que resultó ser muy buena.

Continuamos los cuatro hacia el camping “Casa de Cristal”, ubicado estratégicamente para hacer el ascenso al volcán Santa Ana, motivo principal por el que decidimos visitar El Salvador. Hasta hace unos años atrás, esta subida era peligrosa por los frecuentes asaltos a los turistas y se tomó como medida que sea obligatorio hacerla con un guía, en grupo, y lo más interesante de todo: bajo custodia policial. Fue un poco extraño tener a un par de policías super cargados haciendo el trekking junto a nosotros, pero resultaron ser super agradables y nos contaron que realmente disfrutan haciendo su trabajo de esta forma. Hasta nos sacamos una foto con ellos!

Justo antes de arrancar a caminar, nos acercamos al “quiosco” del parque nacional y nos llevamos una gran sorpresa encontrando alfajores bon o bon. Sí, ALFAJORES!!! Terminamos pagando por ellos el equivalente a 10 pesos argentinos, y averiguamos cuanto están costando en Argentina: 23 pesos! Tiene esto algún sentido? Pero que felices que fuimos!

La subida es de dificultad baja, y en menos de una hora se llega a la cima, desde donde se obtiene una vista 360° de los alrededores, pudiéndose ver otro volcán en frente y un bonito lago. Pero lo que se lleva todos los premios es el impresionante cráter del volcán, con una laguna verde fluorescente y sulfurosa en su interior. Hasta ese momento temíamos que las fotos que habíamos visto de la laguna hayan sido editadas ya que la intensidad de color realmente parece computarizado. Sin embargo, la vista desde ahí era tan perfecta como esperábamos.

Linda vista durante el camino.
Paronámica
FOTO: Ivan Bustor

Pasamos nuestro último día en El Salvador en el pueblo de Suchitoto, en el que además de caminar sus calles, fuimos al “Museo de la Paz” donde vimos un breve video sobre la guerra civil. Por la mañana siguiente, era momento de despedirse de nuestros amigos de Eslovaquia ya que pensaban irse para la costa pacífica. Sin embargo, en menos de dos minutos los convencimos de que cambiasen sus planes y que vinieran con nosotros a Honduras. Por lo que no hubo despedida! No se librarían tan fácilmente de nosotros!

Callecitas simpáticas.

Terminamos nuestra ultima noche en El Salvador comiendo pupusas para variar! Que ricas!

Foto de Portada @Ivan Bustor


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