Austin (Texas)


Fue nuestro último destino turístico en USA ya que en los siguientes lugares que estuvimos no nos dedicamos a recorrer sino a realizar últimas compras y deberes antes de cruzar nuestra primera frontera por tierra. Lo primero que hicimos en las afueras de la ciudad fue ir al restaurante Railroad Bar-B-que, excelente introducción de lo que sería Texas. La comida fue excelente y a muy buen precio.

Con la panza llena fuimos al Downtown y estacionamos el camper a una cuadra del Capitolio al cual pudimos ingresar y apreciar su belleza. Pasamos bastante tiempo caminando la plaza en la que está situado ya que se encuentra llena de monumentos interesantes con sus respectivas explicaciones. A pocas cuadras encontramos la famosa tienda de música de Austin, en la que se pueden comprar todo tipo de souvenirs de distintas bandas musicales. Te dan ganas de comprarte todo! Pero los precios son altos.

Sabíamos que a las 8 de la noche se podía presenciar un espectáculo natural desde un puente ubicado en el centro de la ciudad, Congress Av. Bridge. Llegamos allí 7.40pm y ya estaba llenísimo de gente. Luego de un rato de espera comenzaron a salir desde debajo del puente miles de murciélagos volando, formando una nube negra que se iba alejando lentamente hacia el infinito de la ciudad. Habíamos ido con pocas expectativas porque en internet estaba lleno de comentarios de gente que le tocó ver pocos murciélagos y se fueron decepcionados. Sin embargo, esa noche debía haber una fiesta porque no paraban de salir miles y miles. Llegamos a pensar que había una máquina debajo del puente que lanzaba animalitos.


Entre que era sábado a la noche en plena ciudad y había movimiento de gente por todos lados, nos invadieron unas ganas tremendas de salir. Nos cruzamos con el antiguo hotel The Driskill y entramos para conocer su famoso bar. Sus precios son un poco caros pero el lujo que te rodea y la música en vivo que te hace sentir en otra época, lo vale. Sin embargo, preferimos irnos para la calle 6 que está llena de bares con gente de todas las edades y ahí pudimos comenzar a entender lo que es estar en Texas. El estereotipo texano es tal cual uno imagina, está en sus calles y en todos lados: los hombres con el sombrero típico, las mujeres con las botas altas de vaquera, toros mecánicos, música country saliendo de cada rincón. Terminamos entrando a uno de los tantos bares para tomar unas cervezas y bailar música típica en vivo, rodeados de personajes chistosos. Fue una noche super divertida!

Al día siguiente fuimos a almorzar comida mexicana a una zona de foodtrucks para luego caminar un poco más la ciudad. Ya hacia el anochecer estábamos yendo para un bar country, cuando a una cuadra del mismo nos tentamos con un foodtruck que vendía riquísimo “Poke”, que parecía un sushi desestructurado, con su arroz, atún crudo bien fresco, salsa agridulce, y mango.

Ya en el bar, White horse, tomamos unas cervezas mientras observábamos a la gente divirtiéndose en la pista de baile al compás de la música country en vivo, a la cual fuimos varias veces.

No podíamos despedirnos de Austin sin antes pasar a almorzar más BBQ! Queríamos ir a Franklin, lugar de mucha demanda por lo cual dijimos: “Vamos el lunes que debe haber menos gente”. Se dice que hay que hacer cola desde temprano para poder conseguir una porción. Nos terminamos enterando que el lunes está cerrado…  Tuvimos que ir a Black BBQ, también muy recomendado.


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