Blog de Estados Unidos parte 12

La historia que cada ciudad tiene para ofrecer es fascinante. Pero llega un momento que luego de tanta civilización uno necesita una buena dosis de naturaleza. Y fue así que le dimos turno a nuestro primer parque nacional. Yendo hacia el parque, del cual en aquel momento no sabíamos nada más que su nombre, pasamos por pueblos costeros, y probamos la famosa langosta típica del estado de Maine.

Además, visitamos una cervecería local, Allagash, que te daba para degustar gratuitamente cinco de sus cervezas, luego de hacerte un tour por todo el establecimiento. Hay muchas cervecerías artesanales por esta zona aprovechando la calidad del agua de deshielo.

Para ingresar a los parques nacionales de los Estados Unidos se puede comprar un pase libre anual o pagar cada entrada por separado. Llegamos a Acadia justo para la hora del atardecer, con la idea de comprar el pase, pero la oficina de turismo estaba cerrada. Decidimos ingresar igual y subir hasta la Cadillac Mountain para disfrutar de una tranquila puesta de sol acompañada de unos matecitos.

Salimos del parque para pasar la noche en el pintoresco pueblo más cercano: Bar harbor. Conseguimos lugar en la plaza principal, con señal de wifi y baño público a unos metros. Estábamos como en un hotel 5 estrellas.

Dato curioso: la heladería local tiene un helado con sabor a langosta!

Estacionamos allí dos noches, estando dos días enteros en el parque.

Si te gustan los treakings: este es el lugar ideal! Muchos senderos de todo tipo, que te conducen a vistas panorámicas con paisajes muy variados: bosque, montaña, playa.  Nosotros caminamos varios senderos, incluso tuvimos que “escalar” en algunos sectores tomándonos de agarraderas.

Los bellos paisajes junto al sol que nos acompañó todo el tiempo, lograron que nos llevemos una grata sorpresa, recordando un poco a nuestra linda Patagonia. Semanas posteriores nos enteramos que Acadia National Park está dentro del top 10 de los parque nacionales de los Estados Unidos.